Sapa

La reina de las montañas

Otra vez solos. Despedimos al tsunami zornotzarra y como todavía nos queda una semana más nos vamos al norte de Vietnam. Sapa es la reina de las montañas donde conviven varias etnias como los hmong o los dzao que constituyen los mayores grupos étnicos de la región.


Desde Hanoi, donde hemos tramitado el visado para India en su embajada, nos vamos en tren a Lao Cai y luego negociamos un vehículo privado para que nos lleve hasta Sapa que se encuentra a unos 40 kilómetros. Y empezamos a adentrarnos en las montañas.


Sapa es un municipio que ha crecido y sigue haciéndolo gracias al turismo, a veces incluso de forma desmedida ya que los edificios se pelean por conseguir las mejores vistas a las montañas con el consiguiente impacto paisajístico que puede esto suponer. Esta es la zona de los montagnards o etnias de las montaña. Y no hay que hacer mucho esfuerzo por verles. Se trasladan a diario a Sapa desde sus aldeas luciendo sus habituales y coloridas indumentarias para comprar, vender y realizar las transacciones necesarias. Son conscientes del incremento del turismo y se puede ver a grupos de escandalosas mujeres “acorralando” a los turistas, intentando venderles sus artesanías.


Cada día un mercado ofrece todo tipo de artesanías realizadas por las etnias y todo tipo de souvenirs, siendo el sábado el día de mayor actividad. Este día se organiza el denominado “mercado del amor” donde los jóvenes de las minorías étnicas acuden en busca de pareja.


Volvemos a alquilar una motocicleta y nos dejamos perder por las aldeas. Desde la carretera se pueden admirar los bancales de arroz escalonados en la montaña. La amalgama de colores confiere al paisaje un aspecto impresionante. Es como si fuese una gran colcha tejida de colores. Nos encontramos con las etnias ataviadas con sus trajes tradicionales que van y vienen.



Aprovechamos también para hacer un trekking por varias aldeas como Cat Cat, Sin Chai, o Ta Phin. Pasamos por sus casas tradicionales, nos persiguen los niños que salen por todas las esquinas, caminamos junto al río y llegamos a una aldea donde están celebrando un entierro. El fallecido está en una especie de camilla de bambú y no podemos verle ya que está rodeado de las mujeres del pueblo, mientras los hombres cavan un agujero que nos parece que han elegido al azar. Todo el pueblo está en la calle pero nadie llora. Otra forma de ver la vida y la muerte. Algo peculiar. Otra curiosidad que nos llama la atención: a pesar de que parece que estos pueblos siguen anclados en el pasado, ¡todos tienen su móvil!. Cuando más nos movemos por el planeta, más nos damos cuenta que este mundo está enganchado al móvil.


Dejamos Vietnam, un pueblo orgulloso con todo lo que supone este calificativo. Ese orgullo les ha llevado a sacar adelante este país con la cabeza bien alta después de las atrocidades que sufrieron en la guerra contra los estadounidenses. Pero por otra parte ese orgullo también se percibe en la gente que quiere sacar tajada del turismo, que les convierte incluso en un poco agresivos para conseguir lo que ellos quieren. Por desgracia son los que más se acercan al viajero y pueden provocar que te lleves una imagen distorsionada de Vietnam. Aunque por supuesto un viaje en tren te puede abrir las puertas a conocer al vietnamita de a pie, su amabilidad y su predisposición a echarte una mano.


Vietnam es un país muy interesante para descubrir, fácil de recorrer, muy barato y que ofrece alternativas variadas, con una impresionante y mágica Bahía de Halong que está entre los lugares indispensables para visitar.


Próximo destino: Japón.





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