TONGA



Dos vascos en la corte del rey de Tonga

¿Alguien ha oído alguna vez hablar de la isla de Tonga?, ¿ocurre algo en Tonga?, ¿quién vive en Tonga?. ¡Tonga ya!. No queremos desaprovechar la oportunidad de estar cerca de las paradisíacas islitas del Pacífico Sur y no visitarlas, ya que desde New Zealand hay muy buenas conexiones y a buenos precios. Miramos las opciones y la única que nos encaja en nuestros planes es…. Tonga. Tenemos cinco días libres antes de irnos a Hong Kong y el único vuelo que se ajusta a nuestro itinerario es el que va a esa isla. Y encima nos informamos y es la más barata, porque estos paraísos suelen salir un poco caros.

Esta es la tierra donde comienza el tiempo, el país más occidental del planeta según el GMT que regula los husos horarios. Es decir, donde empieza el día. Además Tonga es el único territorio de los mares del sur que no ha sido colonizado por un país extranjero, por lo que guarda intactas sus costumbres y cultura. Esto es un aliciente para aventurarnos en esta isla de la que nadie apenas sabe nada. Únicamente que está dirigido por un rey (mal empezamos), y que destaca por la amabilidad de sus súbditos (esto está muy bien). De las 171 islas que conforman el archipiélago, tan solo 41 están habitadas. En Internet apenas hay información sobre estas islas, no son excesivamente turísticas ya que tienen otras vecinas que se llevan el glamour con sus exóticos nombres. (Fiji, Samoa, etc). Pero esta exclusividad nos anima a montarnos en el avión y aterrizar en la isla más auténtica del Pacífico Sur. En el avión somos los únicos extranjeros y el resto está compuesto por familias tonguesas vestidas con sus trajes habituales y fornidos jugadores de un equipo de rugby, el deporte rey de la isla.

Aterrizamos en Tonga sin saber muy bien lo que nos vamos a encontrar. Jarrea. Mal augurio. Localizamos un hotel junto a la playa, Lukualofa o playa del amor en tongano, en el que ¡somos los únicos huéspedes!. Y además hemos pagado la mitad del precio establecido por un pedazo de bungalow. Ya nos gustaría saber cuanto vale esta pedazo habitación en Fiji.

Solo poner un pie en esta isla nos topamos con la amabilidad de los tongueses. Todos nos saludan por la calle. Al parecer es algo habitual dar la bienvenida a los visitantes. Los trajes típicos no son para festivales ni fiestas, son la indumentaria habitual: los chavales van a clase con una falda larga cubierta con una especie de cinturón ancho
de paja. (FOTO). Al igual que los escoceses, los hombres tonganos también utilizan falda aunque más larga.

Estamos alojados junto a una playita de esas de catálogo, aguas cristalinas y transparentes y lo mejor: estamos solos en al playa. Increíble. Nos damos cuenta que hemos venido a la isla mas auténtica de la tierra. Está claro que los lugareños no han sido sometidos a ninguna otra cultura extranjera. Recorremos gratis la isla por la amabilidad de los tongueses, en el hotel se vuelcan para atendernos como a reyes, nos saludan por la calle… En definitiva, la vida discurre tranquila en la isla, viendo pasar el tiempo.


Aprovechamos un día para desplazarnos en barco a otra islita a una hora de la capital, Fafa Island, otro pequeño paraíso de los mares del sur. El mar está salpicado de pequeños atolones muchos de ellos inhabitados y otros únicamente con un hotel.

Otra curiosidad que nos encontramos en Tonga: los cementerios (FOTO). Nos explican que entierran a los muertos y les cubren con un montículo de tierra que adornan con vistosos ornamentos. ¿El motivo?, según nos explican, para que el difunto no pase calor. Está claro que no es necesario ir a destinos caros y con nombres pomposos llenos de turistas para buscar un paraíso. En Tonga lo encontramos y eso que solo conocemos la isla central.
El último día los dueños del hotel nos organizan una fiesta de despedida ¡a nosotros solos!. Bailamos, cantamos, nos deleitan con un espectáculo y nos regalan ngosta. Estamos alucinados porque somos los únicos hospedados en el hotel. ¿Dónde está la mara oculta?. Tanta amabilidad nos desborda.

Nos vamos de Tonga con la sensación de haber tenido el privilegio de pisar una isla auténtica, que todavía no está contaminada por el turismo masivo y destructivo, y aunque pueda ser la más desconocida de la zona, para nosotros es un auténtico paraíso.

Próximo destino: Hong Kong.
1 Response
  1. Lander Says:

    joeeee.... como para haberos quedado ahí tirados el resto del viaje, ¿no? Interesante destino, de haber sabido que ibais a Tonga Gorkuas y yo os hubieramos pedido un traje típico de esos para cada uno... jajaajajjaja


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