Pekín



Siete días en Pekín


Si Ava Gardner y Charlton Heston pasaron “55 días en Pekín”, a nosotros nos bastan siete para disfrutar de esta gran urbe. Llegamos a la capital china y hace un frío que pela. Una nevada nos da la bienvenida. ºNos percatamos que a los chinos de la metrópoli no les interesamos y ya no nos miran con curiosidad. Pekín es una moderna ciudad que con la celebración de los Juegos Olímpicos de 2008 ha sufrido una limpieza de imagen, un aspecto que sin duda percibimos. El centro está extremadamente limpio; enormes y modernos centros comerciales se exhiben junto a grandes hoteles y edificios de interminables pisos. Pekín nos deja con la boca abierta.



Pero entre tanta modernidad y desarrollo urbanístico todavía sobreviven los hutong, laberintos de callejones que forman el casco antiguo de Pekín. Barrios donde sobreviven casas de una planta que dan a un patio cuadrado, alejados del desenfreno y el ruido de la urbe. Un micromundo aislado dentro de un macromundo en desarrollo. Es una gozada pasearse por estas callejuelas aisladas donde el ruido no se atreve a entrar.


Pero los hutong se afanan por sobrevivir en una ciudad en constante desarrollo. Como consecuencia de los Juegos Olímpicos, el Gobierno de la ciudad decidió derribar gran parte de estos viejos barrios y construir nuevas y más altas viviendas, por lo que ha desaparecido una buena parte del legado de la ciudad.


Primera parada en Pekín: Plaza de Tiananmen, o Plaza de la Puerta de la Paz Celestial, el espacio público abierto más grande del mundo. Un gran retrato de Mao y una férrea presencia militar que no sonríen ni aunque se esfuercen, velan para que nadie se salga del tiesto.



Se trata de una gran plaza a la que se accede tras pasar por estrictas medidas de seguridad, rodeada de una carretera de ocho carriles y de sobrios edificios gubernamentales al más estilo soviético. Centenares de chinos se agolpan entorno a la foto de Mao, portando banderas chinas y sacándose miles de fotos. Al visitar Tiananmen nos acordamos de las imágenes que dieron la vuelta al mudo sobre las protestas que se llevaron a cabo en esta plaza en 1989 y que terminaron siendo sofocadas de manera violenta mediante la intervención del ejército, en una de las acciones más controvertidas de la historia de China.



Al sur de la plaza se encuentra una edificación en donde reposa el cuerpo embalsamado de Mao, fundador de la República Popular China. La verdad es que no nos hace mucha ilusión visitarlo teniendo en cuenta los métodos utilizados por este señor durante su mandato.


En el centro de Pekín se alza una joya del pasado chino: La Ciudad Prohibida, conocida también como Palacio Imperial, donde nadie pudo entrar en 500 años. Se trata de un impresionante complejo palaciego imperial de las dinastías Ming y Qing. A pesar de que ya no está ocupado por la realeza, es un símbolo de la soberanía china y de Pekín, y aparece incluso en los sellos del país. La visita a la Ciudad Prohibida nos lleva casi todo un día y nos fascina, tanto por su historia, su grandiosidad y arquitectura. En el recinto nos encontramos con nombres tan sugerentes como el Palacio de la Suprema Armonía, Salón de la Armonía Central y el Salón de la Armonía Preservada, entre otros.


Pekín sigue ofreciéndonos alternativas para no aburrirnos. Y llega el momento de visitar el plato fuerte: la Gran Muralla China. Una de las partes restauradas y abierta al público se puede visitar en Badalin, a unas dos horas en autobús público desde Pekín. Y nos encontramos con una imagen inusual de la muralla: las últimas nevadas han dejado huella en la soberbia edificación. Se trata de una gran fortificación construida y reconstruida entre el siglo V a.c y el siglo XVI para proteger la frontera norte del imperio chino durante las sucesivas dinastías imperiales de los ataques de los nómadas xiongnu de Mongolia y Manchuria, Es impresionante recorrer la imponente construcción y ver cómo discurre serpenteante por las montañas. Realmente un trabajo de ingeniería digno de admiración y una verdadera labor de chinos. Gran parte de la Gran Muralla tiene fama de ser el mayor cementerio del mundo. Al parecer aproximadamente 10 millones de trabajadores murieron durante su construcción. Y nos volvemos a topar con miles de chinos que visitan su legado histórico. Cuando llegamos nos percatamos que a la derecha de la muralla se agolpan miles de chinos ansiosos por sacarse una foto, mientras que a la izquierda ¡no hay nadie!. Pensamos que estará prohibido pasar, pero no. Por lo que recorremos en solitario de este tramo de la muralla. Todo un lujo.


Y en Pekín disfrutamos de la comida china. Localizamos una cadena de comida que ofrece varios stands en los que eliges lo que quieres comer según una reproducción de los platos y dejamos de jugar a la ruleta rusa como hasta ahora ya que muchas veces desconocíamos lo que pedíamos. Además cocinan los platos delante de ti. Nos encanta.


En Pekín nos encontramos con un mercado con productos tan variopintos como brochetas de gusano, cucarachas, estrellas de mar, serpiente, escorpiones y unos muslos un tanto sospechosos que nos recuerdan a las extremidades del mejor amigo del hombre y de la mujer. Pekín nos sorprende en todos los sentidos ya que nos encontramos con una ciudad que está a la altura de cualquier capital moderna.


Un cómodo tren con literas e impolutos edredones blancos nos lleva desde Pekín hasta Hong Kong, de donde saldrá nuestro próximo vuelo. Durante 24 horas de viaje atravesamos este gran país a ritmo de locomotora. Abandonamos China con muy buen sabor de boca. Hemos descubierto una sociedad muy simpática y amable con la que nos hemos reído mucho. China no es un país que está creciendo, sino que hace tiempo que ha despegado y va con ventaja. Para conocer este gigante en profundidad es necesario estar al menos un año ya que las alterativas de recorridos son muy amplias. Nosotros hemos elegido una que nos ha permitido visitar las zonas rurales, las grandes ciudades y empaparnos de su historia. Recomendamos una visita a China que sin duda no dejará indiferente a nadie.



Próximo destino: Laos







1 Response
  1. gorka Says:

    Yo me apunto!!!!!!!!!!!!!!...


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