Salar de Uyuni



Un gran mar de sal

Hace millones de años fue el fondo de un océano, pero la tierra se levantó y dejó un gran mar blanco a 3.600 metros de altitud. Se trata del Salar de Uyuni, un gran desierto de sal que abarca una extensión de 12.500 kilómetros cuadrados y que va creciendo. No te puedes ir de Bolivia sin visitar el Salar. Para ello hay que acercarse hasta el pueblo de Uyuni donde contratas una excursión de varios días.


Después de nueve horas de autobús por una carretera sin asfaltar llegamos por fin a Uyuni, un pueblo que no tiene mucho encanto y que vive del turismo que atrae el Salar. Y nada más llegar comienza el dilema. Qué compañía elegir para realizar el tour ya que hay más de medio centenar y todas prácticamente ofrecen el mismo recorrido. La diferencia está en el servicio, porque habíamos oído de todo: que si los coches se quedaban tirados por falta de mantenimiento, los guías no abrían la boca, las comidas pésimas. Leemos en un foro que un tal Roberto había puesto en marcha una iniciativa muy práctica: confeccionar una lista de las agencias, recoger las opiniones de los que volvían de las excursiones y así elaborar un ranking para orientar a gente como nosotros. Nos plantamos en el bar de Roberto y nos dice que la iniciativa, que por cierto había puesto en marcha con gran éxito, tuvo que retirarla por amenazas reales de muchas compañías que no veían con buenos ojos el ser evaluados. Una pena. Y así se lo decimos al simpático Roberto que nos atiende muy amablemente y nos da mucha información. Nos recomienda una excursión de cuatro días a pesar de que lo habitual suele ser de tres, pero un día más permite disfrutar con más tranquilidad del Salar. Agradecemos a Roberto toda la información que nos presta y le animamos a que reanude la interesante iniciativa.


Como tenemos tiempo de sobra, contratamos un tour de cuatro días, que al final hasta se nos quedan cortos. Nuestros compañeros de grupo van a ser tres franceses, ¡cómo no!, porque parece que tiene descuentos en Perú y Bolivia, y un británico. Y nuestro guía Edgar al que bautizamos desde un principio como “el capullito”. Sin duda el mejor guía que nos pudo tocar. Nos reímos con él, nos explica un montón de cosas, hablamos de infinidad de cuestiones, en definitiva, un profesional con un gran sentido del humor que propició que la excursión fuese todo un éxito. Y todos nos subimos al todoterreno, el que será nuestro medio de transporte en los próximos días.


Al adentrarte en este inmenso salar te sientes como algo insignificante, una pequeña parte en medio de los 12.500 kilómetros cuadrados. Es un gran desierto blanco en el que pierdes la noción de las distancias. Un cielo azul oscuro, sobre una inmensidad blanca, rodeado por los Andes. Increíble. Recorres kilómetros y kilómetros y da la sensación de que apenas has avanzado un milímetro. La grandiosidad del Salar y el infinito blanco nos dejan mudos. Es por ello que sin duda hemos decidido incluirlo en nuestro Top Ten de maravillas naturales.


La primera noche dormimos en un hotel de sal muy básico pero muy acogedor. Y al día siguiente madrugamos para hacer un trekking de cinco horas al volcán Tunupa (5.181 metros). A estas alturas “barbie trekking” está en forma y ni rechista, y eso que a esta altitud cuesta dar un paso. Después nos subimos de nuevo al todoterreno para visitar la isla Inca Huasi, llena de cactus con formas curiosas. La temperatura poco a poco va descendiendo. El tercer día salimos del Salar. Vamos pasando por el desierto y va cambiando el paisaje. Es espectacular, lagunas altiplánicas y la Laguna Colorada que tiene este color por los minerales. Cada vez empieza a hacer más frío. Nos preparamos para esta tercera noche que nos han dicho que el termómetro baja hasta 30 grados bajo cero. No fue para tanto, sólo bajó hasta menos 20 grados. Pero no pasamos frío durmiendo. Madrugamos y entonces sí que hace un frío que pela. Pasamos por los géiseres y la Laguna Verde y antes de desayunar nos metemos en unas aguas termales. Aunque hace un frío de espanto fuera, el agua está deliciosa. Acabamos el tour y nos deja en la frontera con Chile. Nos despedimos de nuestro Edgar y de Bolivia.

Próximo destino: San Pedro de Atacama (norte de Chile).

VALORACIÓN BOLIVIA:

Abandonar Bolivia nos ha provocado una sensación de morriña. Echamos en falta a su gente y a sus lugares llenos de vida. Es un país que nos ha sorprendido gratamente y nos ha cautivado. Y los causantes han sido un cúmulo de factores: la amabilidad de la gente, el paisaje prácticamente virgen e intacto, la vida que desprende y su política que a nadie deja indiferente. Preguntamos sobre este tema directamente a la gente con la que entablamos relación, no nos cortamos, y sobre lo que opinan del gobierno de Evo Morales. Lo bueno es que todos tienen una opinión y a la gente le gusta hablar de política.


Entre los detractores de Evo Morales nos hemos encontrado gente que asegura que tiene un proyecto político, pero no social y que se centra únicamente en una parte de la población. Por su parte, los defensores a ultranza confían en el presidente y en su política y están convencidos de su reelección. Y tal vez no confían en un presidente sino en Evo Morales, porque Bolivia ha tenido muchos presidentes y las corruptas y desastrosas políticas que han implantado hasta ahora han dejado a un lado a la mayoría de la población, provocando que sea uno de los países más pobres de Sudamérica. Bolivia no se merece que nadie le trate así. Nosotros hemos visto proyectos en marcha, como carreteras que se están asfaltando, luz eléctrica llegando a los pueblos más remotos, saneamiento, sanidad para todos, ayudas a la educación, un intento por acabar con el analfabetismo, comedores sociales, bonos para los mayores sin recursos… En definitiva, se está impulsando una política para ofrecer una cobertura a los que hasta hora estaban apartados y olvidados. Por supuesto con sus aciertos y sus desaciertos. Pero lo que no entendemos es el motivo por el que estas iniciativas molestan tanto a los detractores de Evo Morales. A los que preguntamos, nadie nos dio una respuesta convincente.
2 Responses
  1. Lander Says:

    Quizás la respuesta "convincente" es que los pobres son "molestos" y sobre todo para las oligarquias locales. ¿Que Evo Morales sólo gobierna para una parte de la población?... ¿No será que esa parte de la población lleva SIGLOS sin ser reconocida como tal? Como cualquier gobernante, tiene muchos aspectos reprochables, pero desde luego, ha hecho que su política gire hacia "los nadies" y eso merece un reconocimiento.


  2. Habreis cogido algo de sal de ese mar de sal no?digo igual os vendra bien para cuando volvais igual trayendo alguna especia teneis descuento en la cena benefica de los jueves!!


Publicar un comentario