Arequipa y Cañón del Colca



Aclimatándonos con la hoja sagrada


Nuestro próximo objetivo es realizar un trekking por el Cañón del Colca. Es por ello que llegamos a la ciudad de Arequipa, la puerta de entrada al Cañón y una buena forma de ir aclimatándonos a la altura. Esta ciudad está a 2.230 metros por lo que decidimos pasar un par de días para que el cuerpo se adapte a la altura. Arequipa tiene una Plaza de Armas muy agradable y lo que llama la atención es que sólo en el centro cuenta con nueve iglesias, una catedral, un monasterio, un claustro y una capilla. Esto dice mucho del “trabajo” que hicieron los colonizadores hace siglos. En la ciudad contratamos un trekking de tres días. Aunque se puede hacer por libre, sale casi más barato contratarlo, además de la comodidad que supone. En este país todo nos resulta muy barato.


El Cañón del Colca es uno de los más profundos del mundo, superando al del Colorado. Incluso todavía se está investigando el punto más profundo que supera los 4.000 metros y que está cerrado al público. En la zona se instaba a votar por el Cañón para que entrase entre las finalistas de las siete maravillas naturales del mundo, ya que supondría un gran tirón turístico para la zona, tal y como ocurre con Machu Picchu. A nosotros nos ha parecido mucho más espectacular el Cañón del Colorado. Esta iniciativa nos ha dado pie a elaborar nuestra propia lista tanto de maravillas naturales, como las realizadas por el ser humano.


Partimos en autobús a las tres de la madrugada de Arequipa y paramos en la Cruz del Cóndor, donde un enjambre de personas se afana en ver a los cóndores de los Andes que sobrevuelan a escasos metros de nuestras cabezas. Medio dormidos llegamos a Cabanaconde, donde cogemos fuerzas con nuestra primera infusión de hoja de coca. Los incas sabían mucho sobre esta planta sagrada que la consumían para recobrar fuerzas y combatir el mal de altura. Aunque nos encontramos a unos 3.300 metros de altura, de momento nuestras cabezas y cuerpos no muestran ningún síntoma de este mal que a tantos amarga la estancia. Nos juntamos un grupo de nueve personas, entre suizos, holandeses, canadienses, un satélite brasileño y nuestro guía. Lo cierto es que congeniamos todos muy bien y empezamos el trekking con un descenso de 1.000 metros y cuatro horas de duración hasta llegar a nuestro primer campamento en San Juan de Chuccho, donde no hay ni luz ni agua caliente. Pero así y todo es muy acogedor y dormimos a pierna suelta después del esfuerzo. Por el camino vemos pueblitos que literalmente cuelgan de las paredes del Cañón. Se pueden apreciar por el resplandor de sus tejados de chapa y parece mentira que ahí puedan vivir familias, totalmente incomunicadas del mundo. Porque la única forma de llegar hasta allí es o bien a pie o en mula. En estos pueblos la electricidad llegó hace solamente tres años.


La caminata de la segunda jornada es más liviana. Pasamos por pueblitos que viven completamente incomunicados y que todavía preservan muchas de las costumbres incas para sobrevivir. Llegamos al oasis que está al nivel del río y que será nuestro nuevo campamento donde tampoco hay ni luz ni agua caliente pero sí una piscina natural con agua templada. Nos vamos pronto a la cama porque al día siguiente partimos al amanecer y nos espera una considerable subida ya que tenemos que volver a remontar toda la pared del Cañón. Nos esperan tres horas de ascenso y a las cinco de la mañana comenzamos la dura caminata. El desnivel es de 1.200 metros y teniendo en cuenta la altura a la que nos encontramos, el esfuerzo es todavía mayor y se nota a la hora de dar un paso. Pero todo el grupo unido conseguimos hacer cima. No es fácil, ya que por el camino te encuentras a gente que sube en mula porque el mal de altura ha podido con ellos. Parece que hemos tenido suerte y nos hemos aclimatado bien. Como recompensa al esfuerzo nos esperan las aguas termales de La Calera, donde nos relajamos a 38 grados. Una gozada. Conclusión tras la caminata: Lorea ha dejado de ser “barbie trekking” para pasar a ser “miss trekking 2009”.

Próximo destino: Cuzco.

Paracas y Nazca



Tras visitar Lima, nuestro próximo objetivo es llegar a Nazca para ver las famosas y misteriosas líneas que solo se aprecian desde el aire. Pero como el viaje es de 8 horas de autobús y lo que nos sobra es tiempo, decidimos hacer una parada en la mitad del camino, en Paracas, un agradable pueblito de costa que muy dignamente ha aprendido a sacarle provecho a sus recursos naturales sin renunciar a su forma de vida. Tan sólo ha sido necesario asfaltar un paseo muy agradable junto al mar y organizarse para enseñar lo que tienen: las Islas Ballestas y la Reserva Natural de Paracas. Pasamos un día muy agradable visitando estos dos lugares naturales. En las Islas Ballestas hemos podido ver pingüinos, leones marinos, delfines y una gran variedad de aves. En definitiva un pueblo muy tranquilo que bien merece una parada en el camino para pasar un par de días de relax. Aunque están construyendo un hotel de la cadena Hilton, ya se verá lo que pasa. Y de nuevo cogemos el autobús y nos dirigimos a Nazca. El pueblo en sí no ofrece nada interesante únicamente es la puerta de entrada para ver las líneas de Nazca. Negociamos el precio y por 50$ cada uno sobrevolamos en avioneta las líneas. Hay muchas compañías que ofrecen este servicio y seguramente regateando podríamos haber sacado un poco más barato, pero nos decidimos por Aerocondor, ya que nos da más seguridad, sobre todo teniendo en cuenta que ha habido varios accidentes de avionetas.

Llegamos por la mañana al pequeño aeropuerto que lleva el nombre de Maria Reiche, la gran investigadora que dedicó casi toda su vida al estudio y conservación de las líneas de Nazca. Nos esperan 35 minutos para sobrevolar 13 dibujos: el colibrí, el mono, la ballena….. Nos subimos 

a una pequeña avioneta con una chica francesa y nuestro “gran piloto” que ocupa su sito y el de Ibon. Antes de despegar nos dice: “hoy 16 de julio tenemos un buen día para volar”. Y Lorea le recuerda: “sí, día del Carmen”. El piloto se emociona y le responde: “gracias por recordarlo” y dándole la mano nos enseña una estampita de la virgen del Carmen que portaba desde 1991 coincidiendo con su primer vuelo. “Por lo tanto este día no nos estrellamos”, nos comenta. Nos quedamos muuuucho más tranquilos. Despegamos pero la virgen no evita que nos mareemos. Menos mal que hemos decidido no desayunar nada, sino igual hubiera habido fiesta. Pero realmente el vuelo ha merecido la pena, las líneas existen y se ven bien claras desde el aire. Lo cierto que es un lugar muy extraño. En medio de la pampa peruana y en un terreno muy árido se ven claramente los dibujos sobre una meseta que parece diseñada a propósito para ello.

Han sido muchos los investigadores que se han interesado por dar una respuesta a las líneas y hay teorías para todos los gustos y creencias. Pero fue Maria Reiche, una de la investigadoras más conocidas, quien planteó que las líneas de Nazca representaban el calendario más grande del mundo. Dedicó toda su vida al estudio, a las medidas y orientaciones de los geoglifos tratando de establecer una relación entre ellos y la posición con respecto a los astros. Pensaba que los pobladores de Nazca habían utilizado esta área astronómica para conocer cuándo empezaba cada estación, cuál era la mejor época para cosechar y cuándo se iniciaban la lluvias. “La Dama del Desierto” murió en 1998 a los 94 años y gracias a ella se conservan estas líneas que en su día estuvieron a punto de hacerlas desaparecer. En la documentación existente se le puede ver midiendo, estudiando y descubriendo nuevas líneas e incluso barriéndolas con una escoba en su empeño en que no desaparezcan. Hoy en día queda una cicatriz por curar: la carretera Panamericana que cruza la meseta e incluso los vehículos pasan por encima de uno de los dibujos. Resulta irónico, teniendo en cuenta que está prohibido bajarse del vehículo y adentrarse en las líneas.


Tras el vuelo vamos a realizar una reflexión cada uno sobre lo que hemos visto:


IBON: Después de ver las líneas, la única conclusión que saco es que son para comunicarse con el más allá, ya que solo se pueden apreciar desde el aire y suponiendo que en aquella época no volaban pues no le encuentro otra explicación, hacer un dibujo para que nadie lo pueda ver, pues ya ves tú. Ha sido necesario que empezáramos a volar para descubrirlas. Por el emplazamiento en el que se encuentran y los símbolos que están dibujados, solo me llevan a esa conclusión. Además, ¿por qué en aquella época ellos no iban a creer que hay vida en otros planetas?, cuando se supone que eran grandes conocedores de los astros. Además, hoy en día también hay mucha gente que cree en ello y mandan mensajes y señales al espacio.


LOREA: La primera impresión es que el lugar es simplemente extraño y los dibujos le añaden una dosis más de misterio. Se trata de una explanada árida en la que se suceden estos dibujos perfectamente diseñados que sólo se pueden ver desde el aire. Creo que es algo que nosotros no podemos entender, se escapa de nuestro razonamiento y van más allá de una simple conclusión. Nuestro razonamiento nos lleva siempre a buscar respuestas lógicas, es por ello que considero que no lo entenderemos nunca porque va más allá de esa simple lógica. La pregunta que hay que hacerse no es quiénes ni cómo las hicieron, sino para qué. ¡Ah, Ibon!. ¿Quién te ha dicho a ti que no volaban?....


Próximo destino: Arequipa y Cañón del Colca.

PERÚ

Un país indígena

Aunque el mayor reclamo de Perú es sin duda Machu Pichu, el país andino ofrece otros muchos alicientes muy interesantes. Por lo tanto, antes de recalar en ese impresionante emplazamiento inca que tenemos muchas ganas de visitar, vamos a realizar un recorrido para conocer otros lugares de este país. Comenzamos por la capital Lima, para seguir por la costa sur hasta Paracas y continuar hasta Nazca para sobrevolar las famosas y misteriosas líneas que han hecho tan famosa a esta localidad. Recalaremos en Arequipa y desde aquí nos desplazaremos al Cañón del Colca para hacer un trekking de 3 días. Y por fin nos espera Cuzco de donde ascenderemos a Machu Pichu. Y nos despediremos de Perú por el lago Titicaca.


En este país las distancias son muy grandes y buscar un medio de transporte seguro en todos los sentidos es una cuestión primordial, por lo que nos hemos decantado por los autobuses “Cruz del Sur”, una compañía seria y segura tanto en la carretera como en cuestión de robos. Dispone además de asientos muy cómodos donde se puede dormir tranquilamente. Es mejor que un avión.


Después de EEUU llegar a Lima es como aterrizar en otro mundo, el contraste es bestial. Es una ciudad con mucha contaminación, pero realmente nos esperábamos algo peor. Nos da la impresión de que este país está en desarrollo y dando pasos adelante para mejorar su situación, aunque obviamente todavía queda mucho por hacer, sobre todo en las zonas rurales y con los derechos de la población indígena. Los peruanos nos resultan muy amables y están encantados de que los turistas y viajeros les visitemos. Muchos son conscientes de la importancia que esto supone en sus ingresos. Perú tiene también otro aliciente: es muy barato. Dormimos y comemos muy dignamente por muy poco dinero (que quede claro que la pija no duerme ni come en cualquier sitio), y nuestro presupuesto está encantado. Ya lo reventaremos más adelante.


Una de las tardes que aprovechamos para visitar la Plaza de Armas de Lima (foto) y mientras comentamos lo cuidada que está, entablamos una interesante conversación con Wilmer, un peruano muy abierto y agradable. Cuando le decimos de dónde somos, nos sorprende ya que es conocedor de la situación política. Y cuando hablamos sobre el euskera, nos pregunta: ¿y os entendéis con los vascos de Francia?”. Nos quedamos con la boca abierta porque realmente conoce la situación. Es un joven antropólogo al que le gusta escuchar sobre la realidad de otros países y que nos deleita con una visión muy interesante del suyo. Muy a su pesar nos dice que muchos indígenas renuncian de su origen y su cultura por considerarla inferior, a pesar de ser mayoría poblacional en el país, seguidos de los mestizos (una mezcla de indígenas de diversos orígenes y españoles) y un grupo menor de blancos. Incluso casarse con blancos supone “ir mejorando su raza”. No obstante, él se siente muy orgulloso de su origen indígena. Cuando una persona deja de estar orgullosa de ser de donde es, pierde su dignidad.



Próximo destino: Paracas y Nazca

LOS ÁNGELES

Despidiendo al rey del pop


Nuestra siguiente parada es la ciudad de Los Ángeles. Se trata de una parada técnica porque nuestro vuelo hacia Perú sale de esta ciudad. Pero hemos reservado tres días de los cuales dos los hemos dedicado a estar en la playa de Santa Mónica, la de la serie “Los vigilantes de la playa”, con sus casetas de socorristas. Es igual que en la serie, pero no hemos visto ningún rescate.


Y le hemos dedicado un día a Hollywood, concretamente al famoso paseo de las estrellas y al teatro Kodak donde se reparten los Oscar. Una calle sin alicientes. Con una mañana es más que suficiente ya que esta ciudad no tiene mucho más que ofrecer, además ir a Beverly Hills a ver los muros de las mansiones de los famosos o a Rodeo Drive a ver tiendas de lujo, no es que nos entusiasme. Decía Victoria Adams (la de David Beckham) cuando llegó a Los Ángeles que Madrid olía a ajo y que esta ciudad americana tenía más glamour. Igual es verdad que Madrid huele a ajo, pero que esta ciudad tiene más glamour…. Lo cierto es que no se ha dado una vuelta a los 8:00 de la mañana en un autobús urbano donde inmigrantes, mayoritariamente sudamericanos se buscan la vida y vagabundos que sobreviven buscando en la basura. Esa también es la realidad de Los Ángeles y no sólo la de las tiendas de Rodeo Drive.


Llegamos la misma mañana del entierro de Michael Jackson pero dejamos el sitio para sus fan. Aunque sacamos una fotografía a su concurrida estrella de Hollywood (foto). Aquí no se habla de otra cosa y ocupa las portadas de todos los medios de comunicación. Ya cansa un poco el tema.


Por lo tanto, nos hemos dedicado a descansar un poco en la playa, por cierto con un viento traicionero. Y de paso hemos celebrado el cumpleaños de Lorea (9 de julio). Gracias a los que habéis mandado mensajes, mails y demás comentarios ya que hacen mucha ilusión estando tan lejos. Así como la felicitación que nos colgaron en nuestro blog. También aprovechamos este día para conectarnos con nuestras familias a través de la webcam. Estuvo muy bien y repetiremos. Por lo tanto ahora cambiamos de aires, moneda, país, costumbres y gente.


Próximo destino: Perú.










CONCLUSIONES EEUU: Cuando empezamos a diseñar este viaje, en un principio no teníamos muy claro si incluir EEUU en la ruta, porque el billete “Vuelta la mundo” se encarecía un poco y además no es un destino barato. Pero tenemos que reconocer que esta parte oeste de EEUU nos ha sorprendido gratamente. Sobre todo sus impresionantes paisajes naturales como el Gran Cañón y Yosemite y la encantadora ciudad de San Francisco. Por lo tanto si alguien se está pensando en recorrer esta zona, realmente merece la pena, aunque no es un destino barato. Una propuesta de plan: alquilar un coche para visitar Gran Cañón y Monument Valley, una parada para flipar con Las Vegas, Yosemite en autocaravana y dedicar unos días a perderse en San Francisco.

SAN FRANCISCO

El "verano del amor"

Nos da la sensación que hemos llegado a San Francisco 40 años tarde. Viendo cómo es la ciudad hoy en día, hace cuatro décadas tuvo que ser la bomba. Jóvenes idealistas que querían cambiar el mundo, pregonaban el amor libre y reivindicaban otra forma de vivir. San Francisco fue en los 60 el foco del movimiento hippie y beat y de aquella época quedan reminiscencias que todavía se palpan en la ciudad.


Miles de jóvenes protagonizaron en esta ciudad a finales de los años sesenta el “verano del amor”. Una generación que marcó un antes y un después en la forma de ver el mundo y que defendió la contracultura. Aquellos idealistas no consiguieron cambiar el mundo, es obvio, pero sí podemos decir que lograron cambiar algo en esta ciudad convirtiéndola en más amable y sostenible, donde se respira hoy en día un aire de tolerancia y libertad y donde cada uno hace lo que quiere sin que el vecino se escandalice. Esto nos ha gustado.


Pero lo que no nos esperábamos es que el viento frío sople tan fuerte en el mes de julio. San Francisco es como en las películas: con sus viejos tranvías que suben y bajan las pronunciadas cuestas; el imponente Golden Gate que cruza la bahía y es símbolo no sólo de esta ciudad sino de todo el país; Alcatraz, la famosa cárcel conocida como “La Roca” de la que tantas historias se han contado; la famosa calle Lombard caracterizada por ser la vía más sinuosa del mundo y en la que se habilitó un trazado en zigzag para salvar la pendiente de 27 grados; la populosa China Town o el Haigh Ashbury donde las casas victorianas que en los 60 ocuparon los hippies acogen hoy un barrio alternativo. Además de calles con mucha vida en las perderse es todo un placer. Y todo ello con la “amenaza” subterránea de la falla de San Andrés que de vez en cuando le da por moverse y provoca terribles terremotos.


Durante los cuatro días que hemos estado en San Francisco hemos intentado sacarle el mayor jugo posible a esta ciudad: hemos atravesado el Golden Gate en bicicleta, una gozada. El 4 de julio, el día de la independencia americana, la bahía nos deleitó con una sesión de fuegos artificiales sentados en la arena. Pero tenemos que reconocer que los de Bilbao les dan mil vueltas. Nos hemos tomado unas cervezas en garitos con música en directo donde los hippies de aquella época (ahora mayorcitos) bailan blues sin ningún tipo de complejo. Esto es San Francisco. De las ciudades que hemos visto en EEUU es la que más nos ha atraído con diferencia junto a Nueva York.


Próximo destino: Los Ángeles.


ZORIONAK LOREA

Para que veas que hay gente que se acuerda de tí, aquí tienes tu felicitación.


ZORIONAK ETA ONDO PASAU EGUNE!!!!!!!


YOSEMITE


Un parque perfecto


Antes de nada, queríamos agradecer a toda la gente que nos ha dejado mensajes en el blog. La verdad es que hace mucha ilusión leer los comentarios. Por lo que seguir mandándonos mensajes que nos gustan mucho.


Y ahora continuamos con la ruta. Tras una kilometrada de espanto desde Monument Valley (unos 1.400 km), nuestro próximo objetivo era llegar a Parque Nacional de Yosemite (California), la meca de los escaladores y conocido por montañas como El Capitán y Half Dome (el logotipo de la marca The North Face está inspirado en este monte). Pero el viaje fue de lo más entretenido: cruzando la mítica ruta 66, entre camiones americanos, buen rock&roll en la radio y observando un atardecer en el desierto Mohave, así da gusto conducir.


Y llegamos al Parque Nacional de Yosemite que en una primera impresión nos pareció un poco saturado de gente, sobre todo el valle central. También aquí hay que pagar entrada. Pero nos pareció un lugar perfecto. Si le pedimos a un niño que dibuje un parque natural, seguro que lo dibujaría como Yosemite: cascadas impresionantes, ríos cristalinos, bosques frondoso de secuoyas, paredes verticales de granito de más de 1.000 metros, ciervos, coyotes y …. ¡osos!. Y no son precisamente Yogui y Bubú robando las cestitas de los turistas en Yellowstone. Nada más llegar el control es exhaustivo: si vas a pernoctar dentro del parque te obligan a no dejar la comida dentro de los coches y tienes que guardarla en unos contenedores metálicos. Todo para evitar ataques de los osos negros. En un principio nos pareció una medida un poco exagerada hasta que…. ¡vimos un plantígrado paseándose delante de nuestras narices!. Las precauciones tenían su fundamento. Al parecer, al año suele haber una quincena de incidentes con los osos y cualquier precaución es necesaria. Dicen que son muy hábiles abriendo coches.


En Yosemite hemos estado cuatro días dedicados a la naturaleza. No hemos hecho más que andar y descansar. El primer día hicimos un trekking de ocho horas con un desnivel de 1.000 metros. Y la “barbie trekking” (Lorea) lo acabó. El segundo día otra caminata de seis horas con otro desnivel considerable y la “barbie” también lo acabó. Al tercer día, tras un paseíto más tranquilo, la “barbie trekking” parecía Clara, la amiga de Heidi, cuando se levanta de la silla de ruedas. Pero mereció la pena. El paisaje es espectacular y respirando pura naturaleza. Nos parece un lugar muy adecuado para ir en autocaravana y pasar unos días haciendo trekkings y disfrutando de la naturaleza. Pero como nosotros de autocaravana nada de nada y los campings y hoteles del parque estaban a tope, improvisamos una “pequeña” autocaravana de dos plazas en nuestro flamante coche alquilado. La otra opción era salir del parque y buscar un hotel a una hora y media, pero no era plan hacer todos los días la ida y la vuelta. ¡Menos mal que todavía somos jóvenes, vamos bien provistos y el coche era amplio!. Ibon dice que duerme mejor en el coche que en la cama.


Una curiosidad observada en el corazón de Yosemite: entre osos, coyotes, ciervos y ardillas nos encontramos a una adolescente, creemos que mexicana, ¡que iba vestida con una cola verde de dragón!. A lo Nessie, el monstruo del lago Ness. Y no iba disfrazada, era su estilo. Tenemos pruebas de este hallazgo. Estas nuevas tendencias juveniles son algo que se nos van de las manos aunque cada uno hace lo que le sale del rabo, nunca mejor dicho.

Próximo destino: San Francisco.







MONUMENT VALLEY

Parajes de película


Cuando veíamos las películas de indios y vaqueros pensábamos que aquel paraje desértico con columnas de piedra natural era un decorado. Pero no, existe y se llama Monument Valley, nuestra próxima parada. Se encuentra a escasas tres horas del Gran Cañón, entre los estados de Arizona y Utah, y está dentro de la reserva india de los Navajo. Para entrar hay que pagar una entrada de 10$ por coche y se puede realizar todo el recorrido en vehículo, lo que permite recorrer las peculiares formaciones rígidas de roca roja.


Antes de llegar aquí nos encontramos con una pareja que ya habían estado y que salieron un poco defraudados con los indio Navajo. Criticaban que si había que pagar entrada, que si había puestos de venta de artesanía típica, que si habían abierto un hotel y que vestían como los americanos. Pues nosotros no entendemos las críticas. No sé qué es lo que se esperaban, si ver a unos indios en sus tipis (tiendas indias) y danzando con sus plumas. Parece que sólo nosotros tenemos derecho a evolucionar y adaptarnos al siglo XXI y queremos que pueblos peculiares sigan viviendo como lo hacían en su origen para el disfrute del ojo del turista. Parece que no nos molesta pagar la entrada en el Cañón del Colorado, pero sí en una reserva india, como si ello le restara autenticidad. ¿Cuál es la diferencia?. ¿Por qué nos molesta que abran un hotel que les pueda generar recursos y aprovechar las maravillas naturales de su reserva?. Otros ya lo hacen.


Creemos que somos injustos con ellos y probablemente lo seguiremos siendo. Pero la realidad es que las reservas de los indios hoy en día se debaten entre el respeto a sus tradiciones y la modernidad. Aunque tienen su propia jurisdicción, están bajo la tutela de EEUU. Como ha ocurrido con otros pueblos indígenas, los Navajo también han sido machacados por todo tipo de colonizadores hasta la actualidad. Así y todo están realizando un esfuerzo por recuperar sus tradiciones y recuperar su idioma. Pero también tienen otros problemas como el abuso del alcohol, una lacra entre los Navajo. De hecho está prohibida la venta de alcohol en la reserva. Los nuevos hábitos de vida les han traído también otras enfermedades que hasta ahora desconocían como la diabetes y obesidad, entre otras. A nosotros nos ha sorprendido este lugar que tantas veces hemos visto en las películas y ha sido todo un acierto poder contemplar este paisaje y tomarnos una cerveza sin alcohol en su magnífico hotel que ofrece las mejores vistas del valle.


Próxima parada: Yosemite.

GRAN CAÑÓN

Un desayuno de cinco estrellas



Jodeeeerrrrr, (por ser finos y no poner realmente la palabrota que hemos dicho, sí esa relacionada con las iglesias). Esta ha sido la primera expresión que nos ha salido cuando hemos visto el Gran Cañón (The Grand Canyon). Para entrar hay que pagar 20$ por coche y es un pase para una semana. Llegamos de noche por lo que dejamos la visita para la mañana siguiente cuando se nos ocurrió coger un café en una gasolinera e ir a desayunar al Cañón. Los dos solos y en silencio. Ha sido una de las mejores ideas que hemos tenido. Sin duda desayunar con una de las mejores vistas del mundo no está al alcance de muchos hoteles de cinco estrellas.


Y el espectáculo no nos ha defraudado. Ha sido el mejor café con galletas que hemos desayunado, sin duda. Para llegar aquí hemos alquilado un coche en Las Vegas para ocho días en los que vamos a recorrer Grand Canyon, Monument Valley y el Parque Nacional de Yosemite. No nos sale ningún chollito ya que vamos a devolverlo en San Francisco y eso sale más caro, pero la gasolina aquí es barata, unos 60 céntimos el litro y nos da mucha libertad para desplazarnos. Además teniendo en cuenta que es muy amplio, se puede improvisar un buen hotel para dormir….


The Grand Canyon es como la espina dorsal de América abierta en canal que abarca una brecha de 450 kilómetros y que gracias a la erosión que ha sufrido durante miles y miles de años se ha convertido en un capricho de la naturaleza. Tiene una profundidad que llega incluso a más de 1.500 metros por donde discurre el río Colorado. Y los colores son de flipar, van cambiando con la luz del sol. Todo un espectáculo. Lo hemos visto en fotos, reportajes, películas, etc, pero ha superado con creces nuestras expectativas. No nos extraña que Thelma y Louise eligiesen estas vistas para matarse. Ninguna foto le hace justicia y en vivo y en directo IMPRESIONA y mucho. En definitiva, te sientes como una pequeña gota de agua en la gran inmensidad de este paraje. Empezamos un treking pero tuvimos que acortarlo a medio camino porque, qué casualidad, empezó a jarrear. Impresiona ver la tormenta avanzando por el Cañón. Pero los 10 kilómetros que hicimos recorriendo la arista merecieron la pena.


No nos adentramos en el Cañón porque los 1.500 metros de desnivel y el calor sofocante que hacía nos echaron para atrás. Otra vez será. Pero hemos tenido la suerte de ver al cóndor sobrevolando esta maravilla de la naturaleza a escasos metros de nosotros. Y además el Cañón nos deparó un atardecer de lujo. Y mientras tanto va Michael Jackson y la casca. No se habla de otra cosa en los programas de televisión. Tal vez vayamos al entierro que nos pilla cerca. Ya sabéis, la periodista siempre al acecho de la noticia.




Próximo destino: Monument Valley.